"You shall love the Lord, your God, with all your heart, with all your being, with all your strength, and with all your mind, and your neighbor as yourself." This weekend we hear about the great commandment to love. Jesus then tells the parable of the Good Samaritan to illustrate this teaching on love. lt is interesting to note that a Jewish priest and Levite pass on the opposite site of the road from the man who has been robbed. The reason for this is that in Mosaic law, one was considered to be unclean if they carne in contact with a dead person. The Jewish priest and Levite thought the man who had been beaten was dead so they walked on the opposite side of the read to keep from being unclean. Jesus is trying to make the point that if the Jewish priest and Levite had been motivated by love rather than fear, they would have seen the man was still alive. Human beings often fail in love because we give into fear. However, if we love God with all that we are then there is no room for fear. Love pushes out all sin and nothing that is not of God can remain where love is present.
My custom is to preach homily series and one of the first homily series that I desire to preach is on prayer. The type of prayer that God invites us to in today's Gospel is what is called relational prayer. Most of us are accustomed to mental prayer. Mental prayer is good and involves using the mind to reflect on our lives and to reflect on God using our thoughts. In mental prayer we "think" about God and express "thoughts" to God. Relational prayer builds on mental prayer by relating our "feelings" and "desires" to God in addition to our thoughts. The prayer of the heart is relational prayer just as the prayer of the mind is mental prayer. While mental prayer is good, it is not enough because we are made of a heart as well as a mind. Whenever someone tells me they do not "feel" anything in prayer, I know they do not yet know what relational prayer is. God wants us to "relate" or express our feelings and desires in prayer. God wants to know how we feel in certain situations and what desires stir in our hearts.
lf we related to our friends just in mental prayer then it would not be a deep relationship. We cry with friends, we vent anger to friends and so express our feelings to fríends. Shouldn't we pray to God in the same kind of way that we would relate to our closest friends? Yet, so often we do not pray in this way and so God feels distant and cold rather than close and warm. The reason the Jewish priest and Levite passed by the injured man in today's Gospel is they only knew mental prayer. This weekend Jesus is inviting you into relational prayer so that you will relate your feelings and desires to God instead of just your thoughts.
Let us relate our feelings and desires to God,
Father Charlie
"Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda tu alma y a tu prójimo como a ti mismo." Este fin de semana hemos escuchado acerca del gran mandamiento de Amor. Jesús cuenta la parábola del Buen Samaritano para ilustrarnos esta enseñanza de amor. Es interesante notar que un sacerdote Judío y un Levita pasan del lado opuesto del camino donde se encontraba un hombre que acababa de ser asaltado. La razón de esto es que en la Ley de Moisés, si una persona tenía contacto con un muerto se le consideraba impuro. El sacerdote Judio y el Levita pensaron que el hombre que había sido golpeado estaba muerto, por eso pasaron a un lado del camino para no contaminarse. Jesús quiere hacernos notar que si el sacerdote Judío o el Levita hubieran actuado por amor en lugar de actuar por temor, habrían visto que el hombre aun estaba vivo. El ser humano seguido falla en el amor porque nos entregamos al miedo sin embargo si nosotros amamos a Dios con todo lo que somos entonces no hay lugar para el miedo. El amor expulsa todo el pecado y nada que no sea de Dios puede permanecer donde el amor está presente.
Mi costumbre es predicar series de homilías, y una de las primeras series que he decidido predicar es a cerca de la oración. El tipo de oración a la que Dios nos invita en el Evangelio de hoy, es la que llamamos oración profunda. La mayoría de nosotros estamos acostumbrados a la oración mental. La oración mental es buena e implica utilizar la mente para reflexionar sobre nuestras vidas y reflexionar sobre Dios utilizando nuestros pensamientos. En la oración mental pensamos a cerca de Dios y expresamos nuestros pensamientos a Dios. La oración profunda se basa en la oración mental entregando nuestros sentimientos y deseos a Dios además de nuestros pensamientos. La oración del corazón es una oración profunda así como la oración de la mente es una oración mental. Mientras la oración mental es buena, no es suficiente porque nosotros estamos hechos tanto de corazón como de mente. Cuando alguien me dice que no siente nada en la oración, yo se que ellos no saben aun lo que significa la oración profunda. Dios quiere que le entreguemos o le expresemos nuestros sentimientos y deseos en la oración. Dios quiere saber cómo nos sentimos en ciertas situaciones y que deseos se agitan dentro de nuestros corazones.
Si nos relacionamos con nuestros amigos solo con la oración mental, entonces no sería una relación profunda. Nosotros lloramos con nuestros amigos, nos desahogamos con ellos y así les expresamos nuestros sentimientos. No deberíamos orar a Dios de la misma manera en que nos relacionamos con nuestro amigo más cercano? Todavía a menudo no oramos de esta manera, por eso sentimos a Dios distante y frio en lugar de cercano y cálido. La razón por la que el sacerdote Judío y el Levita pasaron de lado ante el hombre herido en el Evangelio de hoy es porque ellos solo conocían la oración mental. Este fin de semana Jesús te está invitando a una oración más profunda para que así le entregues tus sentimientos y tus deseos a Dios en lugar de tan solo tus pensamientos.
Vamos a entregarle nuestros sentimientos y deseos a Dios. Padre Charlie